Cuando el paciente comunica un problema cognitivo en la consulta con el neurólogo, o bien cuando el neurólogo sospecha que el paciente sufre este déficit cognitivo, el neurólogo deriva a esta persona para que se le programe una valoración neuropsicológica. El neurólogo también realiza esta derivación cuando se detecta una alteración emocional o cuando el afectado solicita atención psicológica.
Uno de los neuropsicólogos del Cemcat hace la valoración para poder concretar si existe realmente un problema cognitivo y qué estrategias/terapias puede seguir el paciente. Uno de los principales trastornos cognitivos es la alteración en la velocidad de procesamiento de la información. También se pueden producir problemas de atención, concentración, de memoria o relacionados con la fluidez verbal.

A partir de aquí se pueden sugerir estrategias compensatorias (consejos y recursos para paliar estos déficits) o de entrenamiento/estimulación cognitiva (ejercicios). Esto enlaza con la posibilidad de hacer neurorrehabilitación en el centro si se considera que el paciente cumple los requisitos y es candidato a seguir el programa de neurorrehabilitación del Cemcat.

En cuanto a la atención psicológica, la intervención se centra en los problemas vinculados con la enfermedad. Si hay alguna otra cuestión de fondo que esté afectando al paciente, el neuropsicólogo puede recomendar la intervención de otro profesional que lo trate.

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